El objetivo de la marcación abdominal o lipomarcación es lograr que la piel se adhiera a la pared abdominal logrando visualizar cada estructura muscular del área tratada. De esta forma se consigue dar un aspecto atlético al cuerpo resaltando las formas de los músculos rectos abdominales y oblicuos. Esta intervención se puede realizar tanto en hombres como en mujeres que quieran mejorar esta zona y cumplan los requisitos adecuados para someterse a esta intervención como por ejemplo, no tener obesidad.
Los resultados se podrán apreciar pasados unos 20-30 días. En cuento a los riesgos, pueden aparecer hemorragias, hematomas, infecciones, seromas, sensación de hormigueo, mala cicatrización, asimetría, fibrosis, necrosis de la piel, trombosis, tromboembolismo, etc.
El cirujano realiza pequeñas incisiones en la zona abdominal, a través de las cuales aspira la grasa, incidiendo en la zona de las líneas del abdomen para que estas se queden marcadas y resalte la musculatura. La marcación abdominal también puede realizarse con ultrasonido o con láser, y casi siempre va asociada a una liposucción abdominal.
El paciente no podrá incorporarse a su rutina diaria hasta pasados siete días, durante los cuales tendrá que guardar reposo. Durante un mes el cirujano recomendará el uso de una faja abdominal que comprimirá la zona tratada.
La marcación abdominal está prohibida en mujeres embarazadas o que estén amamantando. Tampoco se aconseja en personas con enfermedades sistémicas, autoinmunes o metabólicas, ni en aquellas otras con afecciones cardiovasculares o respiratorias.